martes, 8 de abril de 2008

19 DE ABRIL: ANTESALA DE LA LIBERTADAD

¡Espeña ha sido inadida por las tropas de Napoleón... El Rey Fernando VII ha sido llevado a Francia...! La noticia llegó en barco a La Guaira. Un mensajero la subió caliente a Caracas. Enseguida se extendió por calles y palzas.

Los funcionarios peninsulares, al principio, se asustan. Luego serenan ls nervios cuando comprueban que los criollos no pretenden aprovechar la ocación para alzarse. Por su parte, el Capitán Vicente Emparan es prtidario de las nuevas autoridades constituídas en España. Los mantuanos, por tanto, le acusan de seer afrancesado y suponen que habrá reformas económicas y políticas. En consecuencia sus tradicionales privilegos están en peligro. Temen, sobre todo, que se eliminen los latifundios y la esclavitud que constituye para ellos "mano de obra barata# .

Pero los criterios no son unánimes. Tampoco los rumores, a veces contradictorios. Sólo los más revolucionarios intuyen que se les ofrece una estupenda acasión para declarar la independecia. A la burguesí, sin embargo, les asuta la palabra "independencia". Sospechan que los esclavos y pardos podrían aprovechar el incdente para reclamar suu justas reivindicaciones. Esto no les conviene.
Prefieren que cualquien transformación sirva para que toso siga como antes.

Amanece el 19 de Abril. Es Jueves Santo, fiesta de gran solemnidad en Caracas. En la plaza Mayor, hoy Bolívar, varios grupos discuten acoloradamente. La aristocracia caraqueña esta dispuesta a pedir la renuncia del Goberadr, según ellos, vendido al bando francés. Una Junta Suprema nombrada por ellos debiera hacerse cargo del gobierno a nombre del Rey Fernando VII, autoridad legítia destronada por Napoleón. Algo parecido al Consejo de Regencia españok constituído en Cádiz.

Paso el tiempo y los mantuanos no se ponen de acuerdo. Los más decididos son partiarios de exigir allí mismo la renuncia al Gobernador. Los prudentes prefieren que, por ahora, siga al frente de la administración, para evitar males imprevistos.

Don Vicente Emparan atraviesa la plza para dirigirse a la Catedral. De repente, los promotores de a situación le obstaculizan el paso. Le pide que regrese de nuevo al Cabildo para que le puedan exner su perecer.

-De acuerdo-responde-primero iré a misa. Haré la consulta cuando salga del os oficios del Jueves Santo- añade cortésmente.

Hay unos momentos de tensión. todos se miran entre sí. Emparab se dirige al público concetrado en la plaza. La mayoría parece inclinarse por la continuidad. Pero Vincente Salías, el médico Villarroe y sobre todo el Sacedote Madariaga, consiguen, poco a poco, que e pueblo cambie de parecer. El "SI" se va a transformando en "NO". Emperan comprende enseguida que ha llegado el final de si carrera en Venezeula. allí mismo renuncia y entrega el poder a la Junta nombrada por e Ayuntamiento.

La aristocracia ha ganado una vez más la batalla. Ellos son ahora dueños del poder, e nombre del Rey. Todo seguíra como antes.

Bolívar, mientras tanto, permanece retirad en su hacienda

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